En «La princesa de las almas» conocemos a Selestra, una joven bruja con un curioso don, ya que puede decirle a cualquiera cuándo va a morir tocando un mechón de su cabello (y un pedacito se su alma también).

“Con estas tijeras […] cojo un mechón de tu cabello y sello tu lugar en el Festival de los Presagios. La muerte te buscará en esta Luna Roja. Vendrá a por ti una vez esta semana, luego dos veces la segunda semana, y el presagio que hoy recibas será tu única oportunidad de eludirla. […] Si mueres, tu alma le pertenecerá al rey. Pero si llegas viva a mitad del mes, se te concederá un deseo y tu deuda estará saldada. […] Si eliges continuar después de la segunda semana, te advierto […], en representación de la muerte, el rey tendrá derecho a cazarte hasta fin de mes. Nox, por otro lado, escucha esas palabras de Selestra por primera vez cuando se presenta como candidato al Festival de los Presagios, convencido de que él puede esquivar a la muerte. De hecho, él es un soldado del ejército del rey y su verdadero propósito es robarle la inmortalidad al monarca y matar a toda su corte, empezando por Selestra.
¿Qué ocurrirá cuando el destino de un soldado que busca venganza se entrelace con el de la heredera del rey? Ambos tendrán que unir sus esfuerzos para poder escapar de un destino muy oscuro y de un rey mortal que los persigue.
Nox es un joven rebelde que se ha pasado la vida tratando de igualar el legado de su padre. Selestra, por otro lado, es una bruja adolescente que, a pesar de haber sido entrenada para robar almas y entregárselas al rey, preferiría escapar de la sombra de su madre.