Resulta que la abuela de Elisa y Quique, con quien están pasando el verano en el pueblo, ha desaparecido de repente, y con esto no me refiero a que se haya esfumado, eso también sería sorprendente, quizá demasiado. Lo que ha pasado ha sido que ha mirado por la ventana, se ha puesto muy seria y ha abandonado la casa.
No pasaría nada si no fuera porque Elisa y Quique se han quedado solos en casa y además no hay luz ni conexión a internet.
¿Qué habrá pasado?
Por eso, terminan en la casa de la vecina, vale que no saben mucho sobre ella y que parece que su abuela y ella no son muy amigas pero seguro que les puede echar una mano, al fin y al cabo los adultos siempre saben qué hacer, ¿no?
El problema vendrá cuando la vecina, de quien no os voy a contar nada salvo que tiene un gato azul con el que se comunica a la perfección, tiene una vieja rencilla con la abuela de los peques y verá en esta visita la oportunidad perfecta para saldar cuentas.
¿Qué esconde? ¿Qué pasó con su abuela?
Ana Alcolea ha sabido crear un ambiente de misterio con una buena dosis de aventuras que conquista al lector. Pero por si eso no fuera suficiente, termina de engancharle con una narración maravillosa y con dos de los temas que más suelen gustar en estas edades, las brujas y el Antiguo Egipto.
No os diré más para no desvelaros el misterio que esconde la vecina, ni daros pistas sobre el paradero de la abuela o si esta es o no es una bruja. Deberéis leer el libro para descubrir qué han vivido estos pequeños durante este verano de luna roja.
A lo largo de la aventura nos encontramos con sus ilustraciones que, si bien me hubiera encantado verlas en color, son perfectas para esta historia.
En alguna de ellas además encontraréis a un personaje ilustre, ¿seréis capaces de reconocerlo?
Si queréis echarle un vistazo podéis pasar por la Libroteca o pedir un ejemplar, tanto para recoger como para enviar, desde nuestra web.
El PVP es de 9,90€
