Bruna está hecha un lío. De pequeña, cuando se vestía con la ropa de su hermana, era objeto de burlas y toda su familia se reía a carcajadas a su costa. Cuando se pintaba las uñas, sus padres le dejaban claro que no podía llevarlas así fuera de casa. De mayor, parece que hay muchas personas que se sienten dolidas u ofendidas simplemente porque Bruna está intentando ser ella misma. Parece que casi nadie la entiende, pero es que ni siquiera ella se aclara con lo que siente.

En realidad, Bruna no está segura de ser una chica, pero cada día se ve más como una chica, a pesar de tener pene, porque sexo y género son cosas distintas y no siempre van de la mano. Bruna no tiene claro quién es y cómo quiere vivir, y muchas veces no sabe ni cómo referirse a sí misma, pero necesita apoyo y contar con las personas a las que quiere.

A lo largo del libro conocemos su historia, la exploración de su propia identidad, sus dudas y su proceso de transición. Vemos cómo se va comprendiendo y aceptando a sí misma poco a poco y cómo sale del armario ante ella y los demás. Hay personas que la ayudan y están a su lado desde el primer momento, aunque sólo sea escuchándola y ofreciéndole un abrazo; otras que a lo largo de su vida la han humillado o le hecho daño de forma inconsciente y ahora tratan de comprenderla y enmendar sus errores; y, por supuesto, hay quienes ni siquiera tratan de entender lo que está viviendo.

El libro está coescrito por Jaume Cela y Xavier Cela, ambos tienen experiencia en el ámbito pedagógico y se han formado en cuestiones de educación de género, masculinidades y salud mental.