No penséis que la historia está edulcorada, la historia es la que es. Channel nos habla de todo lo que pasó desde ese día hasta que por fin pudo poner punto y final a ese episodio, o al menos a la parte que estaba en manos de otros.
Pero también quiero dejar constancia desde el principio que es una historia escrita con una gran sensibilidad y belleza que manda un mensaje positivo y de esperanza.
Ella recuerda estar disfrutando de la fiesta con sus amigas y su hermana, bailar sobre una silla y después... nada.
Channel se despierta en el hospital, no sabe qué ha pasado, ni siquiera es consciente de estar en otro sitio que no sea el Campus. Nadie le cuenta nada y el lector vive esos primeros momentos de desconcierto con ella.
¿Qué ha pasado? ¿Por qué todos están tan serios?
¿Puede ir al baño? ¿Puede irse a casa?
Después, preguntas que no sabe contestar y palabras inconexas entre las que destacan cuatro "victima de agresión sexual".
Comienza así una pesadilla para Channel. El lector la acompañará en esta novela ensayo conociendo todo el proceso tanto dentro de los juzgados como en la propia vida de Channel.
El juicio de Channel fue un juicio mediático, su alegato final se volvió viral y la condena para el culpable indignó a todo el mundo. Nuestra protagonista, que se cambió el nombre para poder seguir viviendo durante el juicio y después de él, ha decidido reclamar su nombre, reclamar el nombre de las supervivientes.
Parece que no son pocas las ocasiones en las que la vida de una víctima se ve completamente destrozada y Channel reclama que las supervivientes pierden demasiado en los procesos al denunciar.
Id preparados para enfadaros con el sistema legal, con el abogado defensor, el juez y otros tantos. Pero sabed que también hay espacio para la esperanza, momentos preciosos e historias divertidas. Y la carta final, ese alegato de Channel en el juicio, es una obra de arte.
Si os apetece leer esta historia bellísimamente editada por Blackie Books, no lo dudéis, pasad por la Libroteca o pedid que os lo enviemos a casa.
Es una de esas historias que se quedará con vosotros.