Un monstruo con serpientes en la cabeza que transforma en piedra a todo aquel que la mira. Un héroe que logra vencer a la bestia y demostrar su valía. Todos conocemos la historia de Medusa y Perseo… ¿o no?

En esta novela de prosa exquisita, Medusa nos cuenta su versión de la historia. Cómo un dios se encaprichó de ella y cómo otra diosa la castigó por los pecados de otro. Cómo la transformaron en una gorgona, a ella y a sus hermanas, cuando ninguna había hecho nada, cuando el culpable era otro.

Cómo las tres quedaron desterradas en una isla junto a su perro Argentus. Cómo, después de 4 años de soledad, apareció en la isla un apuesto joven al que la chica le entregó su confianza… pero él no supo qué hacer con ella.

Porque «Medusa» no es la historia de un monstruo, sino la de una niña reducida a su físico, que creció sin sentirse fiel a quien era por dentro, rodeada de gente que decidía su destino por ella. Es la historia de una chica de 14 años, demasiado joven para lo que le pasó, para lo que le hicieron. La historia de una muchacha que fue castigada sin haber hecho nada mal. Es la historia de una superviviente que tiene derecho a habitar su cuerpo y caminar sin miedo, que solo quiere vivir y ser ella misma.

Medusa no es un monstruo, sino una mujer poderosa.

En esta breve novela de Jessie Burton podremos conocerla mejor a medida que ella misma lo va haciendo.