
En la portada podemos ver una casa de lo más minimalista y una chica que parece que avanza hacia el interior.
La historia está contada por dos mujeres. Emma la mujer que nos cuenta lo que sucedió antes y Jane la actual inquilina de la casa. Todo comienza con una especie de formulario que se nos pide rellenar nada más empezar la lectura.

Yo, seguramente no.
Pero Emma acaba de sufrir un robo en su anterior vivienda y quiere empezar de nuevo junto a Simon (el cual se siente culpable por no estar en el momento de los hechos para poder defenderla). Así pues, tras varias visitas a casas de alquiler y no encontrar nada que se adapte a sus necesidades, justo antes de tirar la toalla, el vendedor deja caer la dirección de la casa de Folgate Street y les ofrece visitarla a ver si es de su agrado.
Aquí empezará la historia que se centrará en la vida en la casa de nuestras dos protagonistas que se irán alternando en cada capítulo (esto está muy de moda, alternar capítulos en los que van hablando cada uno de los personajes). Si que es verdad que al principio me ha costado centrarme en quien era la que hablaba y lo que le ocurría en ese momento, pero conforme vas avanzando en la lectura te habitúas a este cambio de personaje.
He sentido,como las protagonistas, amor/odio por la casa de Folgate Street. Una casa de lo más moderna pero que a veces parecía que fallaba porque ella quería y no porque alguien la controlase.
La lectura te engancha desde el principio. Y será una buena elección para todos los amantes de los thrillers sobre todo los que tienen contenido psicológico y nos hacen reflexionar sobre el ser humano y la vida que llevamos o elegimos llevar.